Blogia
Hastio

Tristezas

El miedo a las palabras

El miedo a las palabras

Tomadas de una en una, por sí solas, las palabras no tienen sentido alguno, aunque llevan implícitas ciertas significaciones. Al decir "catalepsia" o "periostio" tan sólo estamos mirando si conocemos o no la palabra, pero poco más; no tendrían -salvo en exámenes- ninguna utilidad. Es cuando juntamos las palabras y cuando las incluimos dentro de un contexto cuando sacan a relucir sus máximos significados. Y dar una interpretación a una frase, si bien el contexto permite acotarla bastante, es un hecho totalmente subjetivo, que depende de lo que el receptor quiere entender.

Existen oraciones que nunca queremos oír debido a su carácter duro, cruel o como anunciadoras de malas noticias. Pero esas no me interesan ahora mismo. Me interesan las frases que en principio o no tienen ningún significado negativo o inlcuso lo tienen positivo, pero que no deseamos escuchar. Si creyera en el cientificismo, haría unos experimentos para entender todo esto. Le doy mucha importancia a las palabras y a sus uniones pero intento, en lo que puedo, no ir más allá de lo que leo en el DRAE. No obstante -se piensa el ladrón que todos son de su condición- no todo el mundo es tan simplista como yo. Al decir, por ejemplo, "tengo que ir al super", estoy simplemente diciendo esto pero ¿qué podríais entender? o, mejor dicho, ¿cómo llegaría esta frase al receptor? Probablemente, dependiendo del contexto y del personaje del receptor, esta frase podría ser escuchada como "Me hace falta comida", o "tienes invitados" o lo que se os ocurra ahora, en frío. Y quizás, si tengo que ir al super es porque he quedado con alguien (sólo es un ejemplo), pero eso para mí es lo de menos. Me interesa bien poco lo que interprete otra persona sobre la frase que acabo de soltar. Yo dije exclusivamente lo que dije.

No es que las palabras den miedo. Da miedo la interpretación que damos a las palabras, puesto que nunca son objetivas. 

De deberes e "indeseos"

De deberes e "indeseos"

Resulta muy duro saber que debemos hacer algo pero que, sin embargo, no queremos hacerlo. Y finalmente nos acogemos a lo que debemos... y nos viene el sentimiento de culpa, los "ysis" o las justificaciones absurdas de nuestras decisiones finales. Más duro resulta decidir por los demás; decidir qué es lo que debe hace el otro. Y sin opciones alternativas.

Al vivir en sociedad debemos seguir unas normas implícitas y explícitas, y su incumplimiento supone la insociabilidad y, dependiendo del caso, en su máxima radicalidad, el alejamiento de lo considerado "normal" o aceptable. De ahí las cárceles, los manicomios y las universidades -y asilos. Nada ni nadie puede desestabilizar lo que beneficia a unos poderes. Lo considerado como "normal" (nótese siempre entre comillas) siempre beneficia a unos discursos establecidos, a alguien o a muchos alguien. La tarea sería descubrir en estos discursos a quién o a qué beneficia.

Hace tiempo llegué a la conclusión que tal y como están las cosas es imposible estar en contra de la sociedad. Incluso la rebeldía al stato quo es una muestra más del mismo stato quo. Simplemente porque esa rebeldía contraria forma parte del mismo. Los centros que preservan la normalidad están plenamente aceptados por todos nosotros, no los vemos raros, todo lo contrario, y la gente que va a parar a ellos también sabemos quiénes son: delincuentes, locos, jovenes -y viejos. Todos son adjetivos -comúnmente sustancializados- peyorativos, negativos, marginales... Todo lo que no se adapta a la norma... ¡FUERA!

Y es lo que hemos hecho hoy: echar a alguien de un lugar, por no adaptarse a esas normas implícitas establecidas, supongo por todos. Esa es mi justificación.

De actualizaciones

De actualizaciones

Exactamente 1 mes sin escribir nada. Calíope parece que me haya abandonado, como el desodorante. Desilusión. Imaginad que os pasáis casi 3 años en edificar vuestra casa. Ponéis los cimientos, ladrillo a ladrillo, sudor a sudor, construis parte de vuestra vida. Sabéis que tardaréis muchos años en finalizar la construcción; ni tan sólo sabéis si algún día podrá estar listo vuestro hogar, pero sois felices trabajando en ello.

Y viene de pronto un señor con camisa y corbata y se queda no sólo con el piso sino también afirma que ha sido él quien lo ha construido.

Todavía me duele.

Por lo demás, mi cabeza sigue por encima de los hombros. Y este sábado empiezo unas nuevas vacaciones. Como información adicional, este año será el primero en 6 años que no me presente al concurso de Cuentos del Tot Mataró.

¡Maldita Calíope!

De mentiras y suplantaciones de personalidad

De mentiras y suplantaciones de personalidad

Querida Shanel,

Como bien sabes, ayer descubrí tus mentiras. Tomaré una decisión en cuanto descubra la intencionalidad de tus acciones. Espero recibir en breve un e-mail. No sé por qué hiciste un "copy & paste" de mis posts, modificaste las "o" por las "a" en los adjetivos e insinuaste (bonito eufemismo) que esos posts eran tuyos.

Puedes copiar todo lo que existe en este blog y puedes pegarlo en cualquier parte, eso no me importa. Tampoco hace falta decir ni quién lo escribe ni dónde estoy. Pero pretender suplantar mis sentimientos... eso sí me molesta.

No creo que sepas cuál es mi escondite secreto, ni tienes la más remota idea de cuál es mi error (muy poca gente lo podría saber). Es mi madre quien se levanta todas las noches a "descargar" y no tu abuelo; y no tienes ni idea de quién es la Luna. ¿Y cuál crees que es mi cárcel? Afortunadamente soy demasiado críptico como para que alguien pueda saber todo lo que ha pasado por mi sangre en este tiempo que escribo.

Por un lado disfruto de que te guste lo que escribo, y disfruto de que la gente que escribe comentarios en tu blog se sienta bien leyendo lo que creen que es tuyo. Eso me hace pensar que lo que hago es importante. Por el otro lado, pienso en la Mentira.

Llevas toda tu vida mintiendo. Y no lo veo mal, pero hay que saber mentir. Para que una Mentira sea considerada "buena", ha de convertirse en una Gran Mentira; cubrir todas las posiciones, todos los flancos, para que ninguna avanzadilla de la Verdad pueda atravesar las líneas. Y si esto sucede, desapareces, sin más. Huyes pensando que escondiendo la cabeza desaparece el enemigo. Craso error.

Supongo que pasará bastante tiempo (quizás el suficiente) antes de que vuelvas a aparecer. Seguiré donde siempre he estado, valoro también las cosas positivas. Pero no suplantes más mi personalidad, que no es necesario. Tú ya tienes una, como también tienes tus dolores y pasiones, explótalos si así lo deseas. Y, sobre todo, no disfrutes de la vida de los demás, disfruta de tu propia vida.

El extraño entendimiento de quienes lo saben todo

El extraño entendimiento de quienes lo saben todo

Esta noche no ha sido ni la primera ni la última que he contemplado esta belleza de animal. Es un réptil realmente hermoso. Con su lengua viperina, sus escamas pegadizas y sus dientes afilados, descubren un paisaje realmente vasto, probablemente el doble que podría llegar a vislumbrar el ojo humano. Podríamos llegar a ver el lustroso reflejo de sus ojos pero, aún hoy, no he tenido el coraje suficiente como para acercarme y entrometerme en su campo de visión. Y es que es una fiera demasiado temida. Temida para comprender qué es lo que mira, y temida para comprender el porqué la miro yo.

Preferiría ser la fiera antes que el observador, para no tener que dar explicaciones a nadie sobre qué es lo que miro.

Una esperanza en el infierno

Una esperanza en el infierno

Disimulo las cicatrices que dejan los latigazos en mi espalda. Disfrazo y maquillo lo que no deseo mostrar. Si bien existen personas que las han visto e incluso preguntan, inocentes, si duelen, el dolor mismo de las fustigaciones no podrán sentirlo nunca. Paradójicamente, yo no puedo verlas directamente, por estar en la espalda, pero las siento, las llevo siempre conmigo. Son mías. Es mi infierno particular.

Y en el espejo, verdadera mirilla del alma, consigo observarlas. Las repaso una por una y casi me sé de memoria el tamaño, color y grosor de cada una de esas cicatrices. Al tocarlas, me vienen recuerdos dolorosos de una persona, de una sensación, de un deseo, de una enorme estupidez... Y es entonces cuando duelen más y quiero dejar de tocarlas. A veces lo consigo.

Aún así, no tengo toda la espalda magullada. Todavía conservo suficiente espacio como para recibir más latigazos. Y también conservo igual espacio para no recibirlos más.

No sé qué sucederá mañana, pero tengo esperanza, la quintaesencia de la desilusión humana, fuente simultánea del mayor poder y de la  mayor debilidad.

P.D.: Los ávidos se habrán dado cuenta de mi error.

Pasajeros

Pasajeros

Todos somos pasajeros en un viaje que no tiene ni inicio ni final. No tenemos un destino claro aunque, al llegar, miramos hacia atrás y pensamos que el camino ha sido totalmente lineal. Y es que es demasiado fácil pensar en un camino que nos ha llevado hasta donde estamos; eso indicaría que existe un futuro preconcebido para todos nosotros y que cualquier intento de salirnos de ese camino resultaría imposible.

Simplemente somos viajeros en un tren que conducimos, al mismo tiempo que también nos relajamos mirando por la ventana. Cualquier cambio de vía lo vemos como una jugarreta del destino, al mismo tiempo que una decisión de la máquina. Es demasiado complicado pensar en que nosotros somos los últimos responsables de nuestro destino. Y los que optamos por un camino o por el otro, aún sin saber si existe el camino.

Sólo viajamos. Relajémonos, entonces, contemplando el paisaje.

El sueño de los justos

El sueño de los justos

Desde hace 3 ó 4 semanas estoy totalmente agotado. Tal vez el calor esté enfadado con mi cuerpo, tal vez haya bajado el nivel de glóbulos rojos de mi sangre azul, tal vez el trabajo comienza a notarse en las carnes, tal vez tengo una infección oculta bajo mis encías, o puede que solamente sea una gripe rara y pasajera... O todo junto.

Pero lo estoy dejando todo apartado. Sólo pienso en el momento en el que me recupere, cuando todo vuelva a su cauce y pueda proseguir con mis actividades cotidianas. De momento me duermo con dolores y me levanto con más dolores todavía, cojeando y con excesivas ganas de fumar. Éste último también era un proyecto que tenía en mente y más aún en los últimos 3 días: dejar de una vez por todas de fumar. Pero no me siento con ganas, no estoy lo suficientemente confiado ni optimista. Así se hace más difícil.

Dormiremos hasta que mi cuerpo y mi mente estén lo suficientemente aceptables para llevar una vida más o menos decente. 

No hay mal que por bien no venga

No hay mal que por bien no venga

Ayer conmemorábamos el 75 aniversario de la Segunda República. Las pocas conmemoraciones que se hicieron se unen a las pocas que hice yo: tan sólo un pequeño recordatorio en la libreta de bitácora de la tienda, para que todos sepan que soy republicano -hay alguna compañera que incluso ya ha descubierto que me gusta el jevimetal.

Pero, como muchos, esta conmemoración pasará al olvido debido a otros hechos acaecidos el día de ayer. El primero sucedió por la mañana. Estaba analizando mercados (mis actividades de ocio actuales son carne de psiquiatra) delante del ordenador y el jodido me hizo "¡Puf!" y se apagó. Ya no ha habido narices de encenderlo. Probablemente la fuente, pero de momento me quedo sin ordenador. Más adelante, el trabajo... demasiado para mi sangre azul. Eso sí, la empresa debe estar contenta por la cantidad de dinero que se hizo.

Pero la palma se la lleva el robo de mi bicicleta (Mi Harly Dechatlons). ¡Algún desalmado o desalmada me ha robado mi método de transporte! Fui a denunciarlo y la verdad es que me estaba riendo por la situación absurda. Además me jode doblemente porque por la mañana me pasé una hora limpiándola y mimándola un poco. Si lo llego a saber la dejo guarra de verdad, para que el que me la haya robado se joda limpiándola.

Claro que, por el otro lado, me pongo a pensar un poco. Será que utilizo eso de "no hay mal que por bien no venga" y creo que ya va siendo hora de que me compre una motillo. Me voy haciendo mayor y compruebo que media hora caminando -más unas cuantas horas más de trabajo- me cansan más ahora que hace 10 años. Además, debido a que recibo señales del cielo -aunque sea ateo practicante- también me imagino que la bici no estaba porque si la hubiera cogido me hubiera envestido algún coche. Qué cosas hay que pensar para no ponerse a llorar, ¿verdad?

Afortunadamente una noticia positiva al llegar a casa y comprobar que aún soy recordado. Ya estoy más cerca de la inmortalidad.

Soy un delincuente

Soy un delincuente

Siempre he intentado respetar la ley (cumplirla a veces me ha resultado más difícil) y, salvo algún ligerito traspiés o alguna denuncia por escándalo público, no he tenido muchos problemas con ella. Otra cosa es que esté o no de acuerdo con el sistema legal en sí mismo y otra cosa, diferente, es que esté menos de acuerdo o más menos de acuerdo con ciertas leyes en concreto.

Después de esta pequeñita introducción, voy a lo que me toca. Resúltase que estaba apuntado en las largas colas del INEM -finalmente resultó que sí tenía derecho a subsido por desempleo, que no a la prestación- y no sé si será el frío invierno, el batir de las alas de una mariposa en Tegucigalpa o la reposición de Oliver y Benji en TV2, pero se me olvidó que aún estaba en esa cola... ¡Y yo pensando que estaba en mi casa! Así que no fui a sellar y me mandaron una carta sorpresa (en donde vivo las calles están mal hechas y los carteros son unos auténticos irresponsables -por ser exageradamente fino- y NUNCA había recibido una sola carta, ni del banco, ni de Telefónica, ni tan sólo la comunicación de que me habían aceptado en esa cola de parados). Así que esa carta me hizo mucha ilusión: ¡la primera carta que recibo en un año que hace que vivo en Salou!

Claro que si los del Ministerio se han molestado por encontrarme, seguro que es por algo malo. ¿Para qué tendrían que molestarse en buscarme por cosas buenas? ¿Saben los del Ministerio qué son las cosas buenas? Y entre blablas y blablas ininteligibles y difíciles de reproducir en el documento (¿por qué se empeñarán tanto en escribir algo que no vamos a entender el 95% de la población? ¿Y por qué tantas referencias a leyes? Seguro que creen que todas las familias, en sus casas, deberíamos tener el Código Penal, la Sacrosanta Constitución, el Código de Comercio, el Estatuto de los Trabajadores y los de cada comunidad autónoma, todos los BOE desde por lo menos el 1981, la Biblia, el Quijote y la Ley de Murphy) me han abierto un expediente por no cumplir con mis obligaciones como parado y no ir a sellar, así que me he quedado sin subsidio.

Cómo no, también me indican cómo presentar las alegaciones pertinentes y dónde tengo que hacerlas, y estoy valorando seriamente esa posibilidad. Estoy pensando en alegar. Este país funcionaría mejor si todos alegáramos. Que el jefe nos mete la bronca por ir mal afeitados... alegamos irritación; que nuestros cónyuges nos castigan con poner la lavadora... alegamos discriminación; que los curas nos sermonean con eso de que somos malos y que el día del juicio se acerca... alegamos demencia (de los curas, claro). Aunque no sirva de mucho, yo pienso alegar simple y llanamente "que se me olvidó". Creo que llevando una declaración jurada y el documento de penales colará. También tendré que hacer fotocopias del DNI, del certificado de nacimiento, del libro de familia, de la tarjeta de compra de El Corte Inglés y una muestra de orina, que nunca se sabe qué te pueden pedir cuando tratas con la administración.

Lo importante es que el Ministerio no te encuentra nunca cuando tienen un trabajo idóneo, ideal y divino de la muerte para ti. Sin embargo, bien que te encuentran cuando se trata de castigar ¡qué curioso!. Estoy pensando seriamente si realmente se dedican a hacer de intermediarios entre empresas y parados o a redactar cartas de sanciones.

Contrariamente a lo esperado, ni he sentido rabia ni ira ni ninguno de los siete pecados capitales. Sé que la justicia es injusta desde hace tiempo (si no no lo fuera no tendría tanta ley, tanto libro ni tanta letra), la justicia es ciega, no tonta, así que me lo he como con sal y pimientos y a otra cosa mariposa.

La buena noticia es que reinicio el trabajo el día 1 de abril. La llamo buena para animar los corazones de la gente que ha perdido su tiempo en leer enterito este post, que no es poco.

Mi casa

Mi casa A raíz de una canción de Los Suaves, pienso también en mi casa. Para Yosi, su casa es el rock'n'roll. Para mí, mi casa ya no es mi hogar.

Mi casa era un lugar en el que me caía muerto, en el que las puertas nunca estaban cerradas, en el que estaba libre y desnudo, en el que no ocultaba nada, en el que la lavadora me veía desnudo para poner la ropa que en su presencia me sacaba, en el que vomitaba en el pasillo, en el que dormía en el sofá, en el que escuchaba música desde la cocina y me masturbaba en el salón. En mi casa estaba cuando ella sentía mi sangre en su suelo y bebía de mi contacto, cuando follaba en la mesita del comedor y caía al suelo delante del espejo. Mi casa no era más que mis reflejos en ese espejo, una ducha en compañía, entre las mantas un olor. En la nevera, rota, unas cervezas, se veía el mar desde el balcón.

Mi casa era lugar de encuentro y confesionario; mi casa no ocultaba secretos, veía, sentía, me sentía. Mi alma estaba triste en la mierda y sus suelos veían ese dolor. En mi casa soñaba, reía, lloraba, sentía!! Reny también soñó en mi casa, lloró y disfrutó. Disfruté con él. Mi casa, antes, también tenía ventanas.

P.D: Tengo últimamente muchos problemas para poder publicar artículos. Si esto prosigue, cambiaré de servidor.

De gente normal

Parece ser que las aguas vuelven a su cauce y no sólo por ir retornando, poco a poco, al lugar de donde más o menos venía, sino porque también me estoy acercando -más lentamente- al mundo de las personas "normales". Con lo cual no sé si alegrarme o decepcionarme. Dos detalles, a modo de ejemplo, son significativos: la hora en la que me voy a dormir y la hora en la que como.

Y para llegar a esa "normalidad" he tirado por el retrete convicciones muy importantes: me he apuntado a una ETT.

He salido de esa empresa con la sensación de haberme vendido. Está bien trabajar -y urgente- porque ya no puedo pagar ni facturas ni cafés, pero eso de ir a una ETT... No escribiré acerca de mis odios sobre las ETT's, pero he participado de su mantenimiento. Y me encantan las preguntas estúpidas que te hacen:
- ¿Cuáles son tus objetivos a largo plazo?
- Morirme, claro.

¿Pero cómo una empresa de trabajo TEMPORAL me pregunta sobre mis objetivos a LARGO plazo?

En fin, que dentro de nada los exámenes de las empresas contratantes, "las pruebas de selección", en donde me preguntarán acerca del porqué quiero trabajar en esa empresa, a lo que responderé de forma agradable y con una sonrisa en mis labios que quiero labrarme un futuro profesional en esa empresa (duración máxima del contrato TEMPORAL: 3 meses) en crecimiento, que estoy totalmente capacitado para asumir las tareas y responsabilidades de
ese puesto, blablablabla...

Y del dinero no comentaré nada, ya sabemos que trabajamos para labrarnos un futuro y para crecer como personas y como empresa, y nunca por dinero.

¿Os habéis fijado las falsedades que implica el buscar trabajo y trabajar?

La hipocresía es una razón más para afirmar que voy pareciéndome más a una persona, y eso me asusta.

De lágrimas

Tengo algunas hormonas que están jugando conmigo. Hoy ha sido un día raro, pero agradable en cuanto a la cantidad de sensaciones. Hacía mucho tiempo que no tenía sensaciones como las de hoy. Estoy contento por eso, por lo menos veo que no soy tan frío como a veces me parezco.

Primero, un sueño extraño; luego la plantada con la esperanza de trabajo; luego unas noticias que me han dejado desconcertado... ¡Y aún no se ha acabado el día! Y mis lagrimales ya no lo han podido resistir. Por lo menos también compruebo que no sólo las películas ni las motitas de polvo me hacen llorar.

Si esta mañana estaba esperanzado con esa especie de premonición y dispuesto a tomar medidas, ahora ya no estoy tan dispuesto. Y sé que la culpa es mía. Creo que no necesito explicar ciertas cosas, aunque en ocasiones tengan que ver directamente con otras personas, porque mis pensamientos sólo me conciernen a mí... Es un error. Mi silencio es fácil de mantener, no me molesta mucho; pero supongo que en ocasiones es mejor decir ciertas cosas a ciertas personas, porque mis pensamientos también conciernen a esas otras ciertas personas. Y sin esas personas, no puede haber esos pensamientos acerca de ellas.

Y mi fuerza de voluntad es ahora muy débil. Quizás hoy sea un día peligroso... por eso quizás no he salido de casa apenas. Lo quiero todo, eso siempre lo he afirmado, pero se me escapa la ilusión, se me está escapando. Ahora puedo hacer dos cosas, cogerla para que no se me escape o irme al bar a olvidarlo... Supongo que si escribo a las 4 de la mañana querrá decir que he escogido la segunda opción y sólo podrán leerse insultos y parecidos. Espero que no sea así.

De cicatrices

De cicatrices ¿Cómo se retoma el hilo de toda una vida? ¿Cómo seguir adelante cuando en tu corazón empiezas a entender que no hay regreso posible, que hay cosas que el tiempo no puede enmendar? Aquellas que hieren muy dentro te dejan cicatriz.

Tierra y libertad

Tierra y libertad Una persona me dijo que escribiera acerca de ella en MIS páginas. Mi respuesta, en seguida, fue que en MIS páginas escribo loquemesaledeloshuevos. No lo entendió. Le dije que si quiere afirmarse como persona que se busque unas páginas, pero que ella no es nadie para decirme a mí lo que tengo que escribir y lo que no... Yo no me caso. Sigo sin querer casarme. Yo no tengo amigos. Y sigo sin tenerlos. Y sin querer nada de eso -bastante falsedad existe en todo ello. Pero hay bastante gente que no lo entiende.

Soy capaz de ilusionarme, como sigo estándolo, pero no soy capaz de obedecer una orden idiota. Ni en la mili -paraíso de drogas y corrupción- tuve que obedecer una orden idiota (aunque obedecí e hice cumplir otras órdenes más estúpidas). Casi al 99% pensaba que el mayor idiotismo estaba en el ejército; desde que volví a ser civil pienso que la estupidez viene de los que pretenden opinar sin conocer. Y eso es el total de lo que se piensa, y el total del resto de la población. No pongo datos que la gente no sepa capaz de interpretar, aunque no penséis que no los conozco o que no tengo capacidad "legal" para interpretarlos. Si digo eso es porque muy poca gente es capaz de interpretarme. Pero no es mi problema, es el suyo. Pero también es mi decisión: entenderme solamente yo.

Nunca lo ha entendido.

Y nunca lo entenderá.

El egoísmo es algo positivo. ¡A ver si lo entendemos de una vez!. Pero el orgullo es algo totalmente negativo, al menos para mí. Que una persona me exija, como hizo, hablar sobre ella... ¡Bien! Tiene un pase de tonta porque no sabe, aún leyéndome, lo que he escrito. Casi tod@s tenéis el pase de tontos. Nunca escribí tonterías. Nunca lo hice. Pero si alguna persona en sus aires de grandeza me exige escribir sobre ella le respondo: ¡TU ERES TONT@!. Como persona que estás en mi vida ya escribo acerca de ti, siempre he escrito sobre ti; si no lo entiendes es tú problema. Exige aún en mis páginas si tienes dos palmos, al menos, de cerebro. Esa es la única exigencia posible.

Y lo que es triste es que, acerca de esa persona que me intenta coaccionar para hablar de ella, ya está escrito. Pero es significativamente interesante. Hasta la fecha, sólo la condesita, sin pistas, ha sabido entender algo/mucho de lo que escribo. El resto, úlltimamente imitaciones, no tienen ni puta idea.

Y afirmo: si pretendéis leer lo que escribo como si leyérais el quijote, enhorabuena si cae en vuestras manos y lo disfrutáis. Pero si solamente os parece que la vida se centra en decirle a un tío que no se acerque a los molinos simplemente porque no veáis que son molinos... como que pregunto yo... ¿Cómo sabéis que no son gigantes? Y así, porque negáis a la gente que esas cosas NO son los malditos gigantes.

¿Quienes sóis vosotr@s para decir que no existen gigantes? ¿Los habéis visto? Pero convencidos por el sentido común de que no existen. Las afirmaciones concluyentes me hacen siempre dudar, y mi esta tradición continuará. Pese a que alguien -yo soy sincero, espero que exista la sinceridad- quiera afirmarse en estas páginas.

Pero una persona, acabo ya -menos mal- que no es sincera, o que le cambie su opinión sincera cada 16 horas, no puede a mí exigirme que hable bien de ella. Consciencia y justicia. Tierra y libertad. Muchos fallos en este escrito, pero muchas verdades. Paz y Bien, Tierra y Libertad.

Tengo un amigo...

Tengo un amigo... ... que parece que no es persona, es polla. Pero sigue siendo mi amigo. Es una persona cuya sangre no fluye muy bien, y le interesa un coño, vende su vida por un coño. Su vida se resume en encontrar coños. Los encuentra, de vez en cuando los encuentra. Pero él ha dejado de ser adolescente, y sigue de adolescente.

Tengo un amigo cuya sangre no le fluye bien. Su sangre cae más abajo de lo que tendría que caer. Pero es su sangre, y la entiendo. Y se pone borde, y se pone de otras cosas peores, pero tiene un coño. Eso es lo importante para él.

Tengo un amigo que no sabe, pese a su edad, que tiene una polla entre sus piernas. Aún no es consciente.

Pero tengo un amigo que no sabe que las hembras de su especie no tienen lo mismo que él. Pero tienen coño. Él aún no lo sabe.

He perdido algo...

He perdido algo... Hace unos días perdí algo muy valioso para mí. No sé si me lo dejé en el bar, o si en un descuido lo dejé en alguna escalera de algú portal mientras subía hacia casa después de una fiesta, o si simplemente me olvidé de ello. Pero no lo tengo.

Además, no era muy pequeño, aunque tenía un gran valor sentimental. No era fácil perderlo, pero así ha sido. Por un lado me estoy haciendo a la idea que este objeto no volverá más a mí, pero por el otro siempre tengo el ojo puesto en los rincones, por si el polvo desaparece y hace él su aparición estelar.

Noto su ausencia.

Cuentos

Cuentos Aún no me he visto las largas orejas, ni tengo el camisón de la abuelita, tampoco el rabo del lobo... Ni llevo cien años dormido... Que soplen y soplen y mi puerta tampoco es un problema para mí (¿eso no era de Aznar, Bush y Blair... y del lobo Sadam? -fue un descubrimiento de Benito Kamelas, la responsabilidad para ellos-)...

Y sigo pensando y pensando... Y tampoco creo haber tirado por el suelo miguitas y miguitas de pan para encontrar el camino de vuelta... Y no estoy apretando fajas en casa de mis tias, ni cambiaré mi efigie de ogro por una de humano... ¡Eso es sólo para humanos!

Mmmmmm...

Mmmmmm...

¿A ver si estaré diciendo que mi vida no es un cuento? ¡Joder! ¡Con la ilusión que algun@s tenían! Pues resultase que se resulta, que este cuento no solamente ha acabado sino que ni tan sólo pudo haber empezado. Pero seguiré comiendo perdices y matando lombrices.

Insomne

Insomne Puede que Sueño esté enfadado conmigo, puede que Deseo y Sueño no se lleven del todo bien, puede incluso que Delirio esté de alguna manera enfadada con toda la humanidad, puede incluso que Destino sepa muy bien lo que hace, puede ser... Pero el caso es que no duermo desde hace ya bastante tiempo. Pero no todo es negativo. He aprendido a aburrirme en condiciones.

Ahora veo como Apolo saca a pasear a su perrito; resulta curioso como poco a poco va apareciendo la luz ¡y cada día! Y cómo se repiten las mismas noticias en los telediarios de la primera. La vida matutina es diferente que la nocturna. Se respira un aire diferente, y los platos y vasos de la cena de la noche anterior llegan antes a la pila. Por no hablar del fresquito de la mañana, ni de las discusiones de los vecinos, ni del ruido de las persianas al alzarse, ni de lo incómodo que resulta tirarse un pedo por todo ese silencio... Televisión, cafés, búsquedas de trabajo y planes milimétricos de vida en otras ciudades, tabaco (definitivamente puedo decir que vuelvo a ser un fumador de primer orden), vueltas y vueltas.

Pero pese a todas estas maravillas sigo sin dormir.

Eh!!!!! El cenicero!!!

Eh!!!!! El cenicero!!! La costumbre es un hecho que en ocasiones se vuelve incómoda. Ya no existo por lo que soy o deseo, existo porque quieren. Y diré mucho más, por mis cuestiones esas raras de opinar: me hacen estar vivo. Pero... ¿y si quiero ser un no-muerto? ¿Por qué tengo que ser y estar cuando tú quieras? ¿Significa eso que mi persona no existe ni muere cuando no quiere? ¿Significa eso que tienes más poder que yo sobre mi vida y mi muerte?

Entiendo bien hacer ciertas cosas, pero no entiendo bien hacer ciertas otras (qué manera más bendita de mojarme). No obstante, el único conocimiento que tienes de mi vida es NO hacer lo que SÍ quieres que haga. Eres en ese momento consciente de que estoy ahí y que no soy un simple cenicero. Si fuera un simple cenicero (cosa que tampoco me desagrada por completo) me usarías como tal, pero sería así todo el día y la noche. Si te pregunto me dirás que, efectivamente, no soy un cenicero (la opinión expresa del autor se resume en que cierta gente sí piensa que soy un cenicero), así que sólo ADMITO que sea así durante el día y la noche. O me tiras la ceniza o no me la tiras, así de simple. No pasa absolutamente nada si una de las dos opciones anteriores sucede. Pero no admito que para lo que quieras sea un cenicero y para lo que quieras sea un mal compañero.

Gracias vida por seguir importándome.