Mi casa
A raíz de una canción de Los Suaves, pienso también en mi casa. Para Yosi, su casa es el rock'n'roll. Para mí, mi casa ya no es mi hogar. Mi casa era un lugar en el que me caía muerto, en el que las puertas nunca estaban cerradas, en el que estaba libre y desnudo, en el que no ocultaba nada, en el que la lavadora me veía desnudo para poner la ropa que en su presencia me sacaba, en el que vomitaba en el pasillo, en el que dormía en el sofá, en el que escuchaba música desde la cocina y me masturbaba en el salón. En mi casa estaba cuando ella sentía mi sangre en su suelo y bebía de mi contacto, cuando follaba en la mesita del comedor y caía al suelo delante del espejo. Mi casa no era más que mis reflejos en ese espejo, una ducha en compañía, entre las mantas un olor. En la nevera, rota, unas cervezas, se veía el mar desde el balcón.
Mi casa era lugar de encuentro y confesionario; mi casa no ocultaba secretos, veía, sentía, me sentía. Mi alma estaba triste en la mierda y sus suelos veían ese dolor. En mi casa soñaba, reía, lloraba, sentía!! Reny también soñó en mi casa, lloró y disfrutó. Disfruté con él. Mi casa, antes, también tenía ventanas.
P.D: Tengo últimamente muchos problemas para poder publicar artículos. Si esto prosigue, cambiaré de servidor.
4 comentarios
Jessyca -
Itz -
smuackssssssssss
::Pos maja Thory -
Eva Thory -
Ya hemos hablado de hogares, esas casas que en nuestro subconsciente son reflejos de nosotros mismos. Y aunque esta afirmación suene muy froidiana, lo cierto es que bajo el manto de los astros celestes adquiere una importancia singular.
Los mamíferos alados me cuentan que hay un asceta en la torre 16 de la calle, pacientemente, en la puerta le espera un bellísimo carro llevado por un corcel blanco y otro negro. Al mando: Muerte, que espera y espera al asceta. Este infeliz no teme su viaje, pero desespera cada vez que sale de su torre y se dirige para acompañar a Muerte. Sube al carro y aguarda el viaje, pero exaspera cada vez que sale del carro y se encuentra de nuevo en el interior de su torre. Me pregunto cuánto tiempo le llevará a este solitario ponerle fin a su destino. Quizás necesite bajar 6 números la calle para montarse en la Noria de las Misiones y vislumbrar que Muerte no espera que abandone su torre, sino que la destruya porque es a ella a quien le llegó su fin. Espero ansiosa que mis alados mamíferos me cuenten como un asceta montó en un bello carro que lo llevo a ser un poblador mas.
Son cosas de astros celestes, de sueños y subconsciencias