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Hastio

De cárceles

La diferencia entre un preso común y mi persona radica en que yo he elegido libremente estar en esta cárcel. Y, claro, como también el que escribe la ha creado, la he hecho con mis propias reglas y condiciones. Así que es una cárcel de mentirijillas, de la que puedo salir cuando yo quiera. Pero cárcel a fin de cuentas.

Considero que mi situación es un paso necesario para conseguir más cosas que deseo, pero no me siento extraordinariamente eufórico. Lo mejor de todo es que me siento fuerte, eso sí. Ya veremos lo que duro.

A veces me siento aislado del resto del mundo. Después de colgar mi disfraz y mi careta de trabajo vuelvo a ser yo mismo, y me da la impresión que me falta algo. No sé si será internet, o una guitarra, o mi música... o mis deseos más protegidos, o mis reales aburrimientos. No sé. El objetivo a medio-largo plazo -y a corto en lo que se pueda- es negociar conmigo mismo y conseguir mis objetivos. Pasito a pasito.

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