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Fin de año... actualizando

He sido consciente poco antes de las 12 de la noche de hoy ayer que todos mis intentos de crear nuevas tradiciones no han tenido el éxito que deseaba: He llegado a comer 12 olivas, 12 cacahuetes, 12 conguitos y 12 macarrones; me he encendido 12 cigarrillos y 12 velas, he cambiado los canales de la tele 12 veces -curiosamente TV3 tenía un desfase de campanada y media, lo que significa una uva y media más (¡cuidado con cambiar la tele, que te joden fin de año!)- y he bebido 12 traguitos de cava. Nadie me ha seguido.

Pero esta noche algo ha cambiado. Me he dado cuenta que hacer 12 veces el mismo movimiento, la misma acción, significa seguir perpetuando la tradición de l@s doce... usease la tradición. Así que he estado hasta las 23:59:50 delante del ordenador y viendo los diferentes canales de televisión. Entonces me he puesto a comer un fantástico plato -preparado por mí, claro... es lo que tiene estar solo- tranquilamente, plácidamente y ¡a gusto, claro! Sin prisas he empezado a comer cuando las campanadas han empezado a sonar. Tranquilamente. Siempre de forma serena y calmosa. ¡Qué gustazo!

Es que tengo poco trabajo últimamente y le he dado muchas vueltas a esa cosa fea y arrugada que tenemos ahí arriba y que no vemos, y resulta que comprendo algunas cosas realmente curiosas sobre el mundo que creemos ver y del cual participamos. Pero de percepciones de la realidad y de DISCURSOS (en mayúsculas) tendremos tiempo para hablar.

De momento, ¡FELIZ AÑO NUEVO! (¡esas tradiciones!). Yo ya llevo una botella enterita de vino y ahora empiezo por el vino afrutado y luego por el cava, para luego... no sé.

La mala noticia es que he tenido una muy mala percepción. Lo sabremos a su debido tiempo. Ahora, a disfrutar del nuevo año. (Acabo de poner -00:50- la música bastante alta; ¿los vecinos llamarán hoy a la poli?) 

No decir nada...

No decir nada...

Como sabemos todos que no hay que decir nada, puesto que después se sabe todo, cifraré de forma compleja lo que quiero decir. De esta forma nadie podrá saber qué es lo que quiero decir ahora mismo, aunque tengo ganas. Y lo haré de manera más cifrada aún, cogiendo un par de canciones de WarCry (pasadas a prosa sin su permiso, por mí).

Nada hay, bajo el Sol, que no tenga solución. Nunca una noche venció a un amanecer. Hubo un tiempo en que todo me iba mal, perdido en la oscuridad sin saber a dónde ir. De mi vida se esfumó todo el color; solamente quedó en mí el color gris. Y pensé que era mi final. Del laberinto no podía escapar. No busqué el apoyo en los demás, no quería suplicar ni tener su compasión. Me hice amigo de la soledad. Quién iba a imaginar todo lo que me enseñó. Hoy sonrío recordando la lección que la vida con paciencia me enseñó. Nada hay, bajo el Sol, que no tenga solución. Nnunca una noche venció a un amanecer. En la vida no todo es avanzar, a veces un paso atrás. Nunca dudes en cambiar de dirección si el camino se acabó. A cada sueño, cada idea, cada amor, entrégate con pasión; lleva siempre la verdad en tu interior, y tu propia religión. Nada hay, bajo el Sol, que no tenga solución. Nunca una noche venció a un amanecer.

Hoy, hoy la esperanza murió cuando el frío congelo mis pies. En el mundo sólo hay dolor. Mi amor sé que te prometí volver. Y miro sus caras suplicando una oportunidad. Sólo un estorbo puedo ser, mis piernas heladas no les pueden ayudar a regresar. Hoy, hoy tomé una decisión. Quizás solos puedan volver; por la noche en sigilo me iré. Ruego a dios que Él me pueda perdonar. Me golpea el viento y aún así me obligo a caminar, debo alejarme un poco más. Se hiela mi aliento; sólo siento no verte más, ya nunca más. Perdóname por partir así, este viaje sólo es para mí. Recuérdame mejor de lo que fui. Es muy tarde cielo, sabes que te quiero. Siento tanto tener que irme así... Solo en la noche el murió, en el frío hielo se hundió el último aliento. Me pregunto qué es lo que pensó. Perdóname por partir así, este viaje es sólo para mí. Recuérdame mejor de lo que fui. Es muy tarde cielo, sabes que te quiero. Siento tanto tener que irme así...

Quien quiera entender, ¡que se lo curre, coño! Y pregunte si realmente no quiere quedarse con lo que quiere entender.

Pequeña reflexión

Pensamos que sólo somos capaces de ver una realidad subjetiva y que detrás de ella se esconde la verdadera realidad... ¿Una verdadera realidad que nadie es capaz de ver? Entonces no sé hasta qué punto sería realidad y no sé hasta qué punto sería verdadera.

Anfitriones imperfectos

Anfitriones imperfectos

Yo creo en la libertad. Pero considero que aún no sabemos cuáles son sus límites. Dice Javier Corcobado que "La libertad es la cárcel más grande de todas las cárceles". Tal vez sea eso. Lo que me aplico, de forma muy simplista, es que si A elige su libertad para hacer X, B puede elegir su libertad para hacer Z. Me resulta sorprendente definir la libertad como una fórmula matemática, pero vuelvo a reiterar esta simplicidad absurda.

Resúltase que si alguna persona toma una decisión libre e independiente lo hace por sí misma -espero- y no por influencias fuera de ella. Por la misma regla de tres, si esa primera decisión afecta a una segunda persona, ésta puede, sin embargo, tomar otra decisión, que puede no tener nada que ver con la opción de la primera persona. Y con esto pretendo decir que no tenemos porqué "tragarnos" la libertad ajena. Y es que pensamos que la libertad es algo universal, que sucede -o tendría que suceder- en todas las culturas y en cada grupo. Incluso pretendemos imponerla por la fuerza, con las armas... Y es que la libertad también tiene la opción de no quererla.

La liberad, como todo, no es universal. No existe en esencia -no existía antes de la aparición del ser humano. No es absoluta.

A propósito de éxitos

A propósito de éxitos

No es un secreto afirmar que la tontería vende. Ya sea de manera televisiva en forma de corazón, de manera musical en forma de corrales o de manera novelística en forma de tramas conspiratorias. En ningún momento digo que abomine de la tontería; en todo caso abomino de que dicha tontería sea considerada como algo serio y se intente vender como tal.

En mente tendréis, efectivamente, una de las patrañas más exitosas de los últimos tiempos -sin contar, claro está, con las falsas verdades de Caballo de Troya. El Código da Vinci es un libro que engancha y no puedes aparcarlo en la estanteria de los polvos hasta haberlo completado. No es un libro muy difícil de leer, sino todo lo contrario. Es de cómoda lectura y utiliza una de las tramas más atractivas para el ser humano: la idea de la conspiración. Si leéis este blog sabréis que tengo paranoias conspiratorias, pero no se asemejan en nada a estas falacias novelísticas.

Enhorabuena a Dan Brown por el dinero que se está metiendo en el bolsillo no sólo por haber escrito una novela de estas características sino por usar del buen marketing para aumentar los números de sus cuentas bancarias, y enhorabuena también a la iglesia por fomentar la lectura de esta novela. Efectivamente, no es muy difícil para el Vaticano demostrar que las teorías de El Código da Vinci son una auténtica mentira y, para ellos, es mucho más cómodo que el enfoque del público occidental se dirija hacia esta obra y no hacia El Evangelio de Judas, por ejemplo, -aparecido/construido hace unas semanas- y, en consecuencia, hacia los evangelios apócrifos. Es mucho más difícil para el Vaticano defender la idea de que dios ha inspirado las manos de los escritores de los evangelios canónicos y no lo ha hecho en el resto de evangelios -los apócrifos- que defender la falsedad de las teorías sobre las conspiraciones de Templarios, Merovingios, Sangres Reales y grandes genios de la historia. Y es que es muy difícil justificar un dogma, pero muy fácil atacar hipótesis. De ahí que la iglesia fomente la lectura de ese libro.

Cuando leí El Péndulo de Focault, del genial Umberto Eco, me di cuenta de que la conspiración, en estos temas, no es la de la existencia de un grupúsculo de genios que protegen el saber y pretenden derrocar a la iglesia. La verdadera conspiración estaría en hacernos creer que esas hipótesis son ciertas.

Para mí es exactamente lo mismo pretender convencerme de que dios existe y el Papa es el sucesor de Jesús en la Tierra -y demás "perlas" católicas-, sin aportar prueba alguna, que pretender hacer lo mismo con la idea de que gobiernos, templarios y sucesores de Jesús actúan en la sombra, sin aportar, de nuevo, pruebas consistentes.

Esa será, en este contexto, mi conspiración nihilista, aportando únicamente las pruebas anteriormente mencionadas. Ni una cosa ni la otra, sino todo lo contrario.

De transiciones

Motivados por cambios externos o internos, en ocasiones, nos encontramos en épocas de transiciones. Ya sea por consolidar algo que tenemos, o por desear volver a lo que tuvimos o por pensar, simplemente, qué decisión vamos a tomar mañana, se nos aparecen momentos transitorios que llevan, inexorablemente, a un mañana y a un destino.

Pero como estas letras se ocupan más de mí que no del resto del mundo, hablaremos de mí, que para eso me gasto un tiempo en escribirme. Mañana tengo que dar una respuesta. Se trata de una respuesta muy simple: Sí o No. O sigo con lo mismo, o me meto de un ascenso en otro lugar y con otra gente. Datos positivos: dinero; datos negativos: yo y mis circunstancias.

Me ofrecieron esta mañana una subida de categoria, temporal, para cubrir una baja en un sitio diferente en el que estoy. Voy a decir que no; solamente me ofrecen más dinero, nada más.

Qué imbécil debo estar hecho para decir que no a una subida salarial. Pero eso ya lo sé desde hace tiempo. Y no es que no me importe el dinero pero, como decía mi compañero Groucho, "el dinero no es importante, pero mucho dinero...".

Por cincuenta céntimos igual vendía a mi madre, pero tendría que ser por un motivo en el cual creyera y estuviera totalmente convencido. Vender a una madre simplemente por venderla... es feo. Por esa misma regla de tres diré que no, porque no creo en ello.

La otra transición en estos momentos, a nivel más interior, es la de aceptar, por enésima vez, lo que tengo. Últimamente tengo sueños -como en toda mi vida- no repetitivos pero sí con una serie de personas y contextos. No es nada concreto, pero sí son unas señales homólogas, precisas y concretas. O al menos así lo interpreto yo. (Así me lo aprendí yo). El deseo vuelve a mí. Llevo unos días pensando en que a lo mejor me equivoqué de variables independientes.

A lo mejor me equivoqué al causalizar la inestabilidad con el deseo.  A lo mejor el error radicó en la elección de las variables, de todas las variabes, tanto las independientes como las dependientes. A lo mejor se me escaparon multitud de variables que en ningún momento tuve en cuenta, hasta ahora, en las que retorno, con cautela. Puede ser, incluso, que el método científico es un error de base que hace equivocarnos continuamente. Todo puede ser y todo es. Lo único que sé es que tengo ganas de volver, aunque sea par descubrir dónde está mi error. Bueno, realmente no es sólo para descubrir el error. Realmente es... porque lo deseo y me gusta.

Mis teorías conspiratorias (Parte 1)

Mis teorías conspiratorias (Parte 1)

Presento algunas de mis ilusiones conspiratorias que, si bien no me hacen sufrir de esquizofrenia, permiten que cuestionen mi realidad.

Y la primera no podría ser otra que la de cuestionar las verdades que se aceptan generalmente. Y en esta ley entran desde las observaciones que podrían ser más simples de ver y que todos podemos llegar a sospechar, hasta la manera en que nos han enseñado a mirar el mundo. Existe una manera de ver el mundo, que podríamos llamar "observación", ese rollo del empirismo o positivismo. Lo que vemos no tiene porqué ser lo mismo que lo que existe. Percibir algo no indica, según esta teoría, que ese algo exista. Por poner un ejemplo, sabemos qué es la música clásica y la diferenciamos del resto de estilos, pero en el mundo puramente musical no existe esta división. Otro ejemplo que puede parecer más radical: no niego las diferencias sexuales entre los machos y las hembras, pero no estoy de acuerdo en su criterio de clasificación; distinguimos a hombres y mujeres y les aplicamos unas categorías diferentes (curiosamente no clasificamos de igual manera a los animales) según ¿qué categorías de clasificación? Clasificar a hombres y mujeres para mí es lo mismo que clasificar a las personas según la forma de sus orejas. Sin embargo, se habla de que las mujeres, por poner un ejemplo, son más sensibles que los hombres; no se habla de que las personas con el lóbulo de la oreja separado de la cara son más emotivas.

Y nos vamos a la segunda: No hay nada absoluto. Existe una especificidad histórica y cultural del conocimiento. Me explico: Los poderes existentes en cada momento (poderes económicos y sociales) nos enseñan una concepción concreta del mundo. A veces podemos pensar, por ejemplo, que la concepción actual del mundo -el capitalista- ha existido desde siempre, pero eso no es así; pensar que el mundo es así porque es así (me recuerda al "¡sí, porque sí!" de mi madre). Otro ejemplo más cercano y que está de moda: la concepción de la nación de España. Pensamos que España siempre ha sido una, grande y libre pero, históricamente, España como tal no nace hasta 1812. Pero con esta segunda teoría conspiratoria no me refiero sólo a temas históricos, aunque estos sean los más fáciles de ejemplificar, me refiero a todo lo que creemos, al aprehendizaje del mundo que hemos recibido.

Tercera: Las interacciones sociales generan el conocimiento (ésta es chula, ¿verdad?). La verdad no viene de la observación objetiva del mundo (ver primera teoría conspiratoria), sino de las interacciones sociales en las que participamos contínuamente. En este punto meto el lenguaje, como la primera base de las relaciones sociales. Los individuos de una sociedad compartimos unos conocimientos. Pero no es que este conocimiento exista en sí mismo, sino que a través de "pactos" o de construcciones sociales, hacemos que exista. Es una construcción subjetiva global (¡toma ya!).

Cuarta: Cada construcción social genera una concreta acción social y excluye otras. Aquí meto el ejemplo que siempre me gusta, el del síndrome post-vacacional. Hace unos 5-7 años sabemos que después de unas vacaciones jode que te cagas el volver a trabajar, pero ajo y agua. Ahora esto es considerado enfermedad y hay tratamiento médico/psicológico. Incluso te pueden dar la baja por ello. Las diferentes construcciones del mundo (¿se entiende mejor si lo llamo "descripciones del mundo"?) sustentan ciertos modelos de acción social. Conocimiento y acción social son inseparables.

Y vale por hoy. Mirad detrás de vuestro cuello por si hay ojos que os vigilan.

Estoy crispado...

Ya hace varios meses que me van repitiendo que estoy crispado. Es un goteo continuo y diario que no cesa por mucho que me aplique la ley del “poraquímeentra-poraquímesale”. Así que al final acabaré creyéndome que efectivamente estoy crispado. Crispación, crispación, crispación… Cuando oigo tantas veces una palabra siempre me voy al diccionario de la RAE (esa señora que limpia, fija y da esplendor):

crispación 1. f. Acción y efecto de crispar. (Ya empezamos con las vueltas)

crispar (Del lat. crispāre). 1. tr. Causar contracción repentina y pasajera en el tejido muscular o en cualquier otro de naturaleza contráctil. U. t. c. prnl. 2. tr. Coloq. Irritar, exasperar. U. t. c. prnl.

Bueno, pues ya me he aclarado un poco. Ahora ya puedo decirlo abiertamente: ¡ESTOY CRISPADO!. Alguno de mis tejidos musculares contráctiles causan contracciones repentinas, supongo que a todo el mundo le pasa más o menos veces. Yo creo que me crispo al menos un par de veces al día. No sé si el tembleque producido por el alcohol entra dentro de la contracción repentina de tejido muscular contráctil.

Claro que me pregunto... ¿Y si la acepción que tengo que aplicarme es la segunda, la coloquial? ¿Estoy irritado, exasperado? Mmmmmm. ¿Con quién? ¿De qué? ¿Por qué? Vivir enfadado no creo que sea una forma agradable de vivir, ya lo dicen en multitud de películas y yo me creo todo lo que dicen las películas. Entonces seguro que la acepción correcta debe ser la primera, porque no estoy irritado.

El tema importante es que estamos crispados. Una de las palabras que más repitieron hace unos añitos, que se pusieron de moda y que me aprendí muy bien (soy un estudiante aplicado) y aprendimos muy bien fue la de "fuerzasdeseguridaddelestado". Esto venía a decir que ya no existían policías nacionales, policias locales, guardia civil -maderos, pitufos y demás; a partir de entonces todo este colectivo eran las "fuerzasdeseguridaddelestado". Ahora viene "crispación", que también me aprendo con la misma aplicación. Y más adelante vendrán otras palabras igual de absurdas, a las que se dará un significado -no siempre coincidentes con las acepciones del diccionario- particular y partidista.

Así se construye la realidad, creando significados y asociándolos a significantes. No es una tarea de creación de palabras, porque ya existen, sino de llamémoslo adecuación, adaptación. Lo importante es crear unas palabras nuevas (en el sentido de relacionar significado y significante), porque eso hace crear una realidad nueva. Y este es el tema clave. Es más fácil que yo gane una disputa en mi terreno, con mis propias reglas, que en el terreno del enemigo. Así que el objetivo es el de llevar al enemigo a un terreno particular. Hasta hace unos meses no pensábamos que estábamos crispados, no existía esa palabra en nuestros lexicones, así que era imposible estarlo. Ahora sí existe, y tenemos la opción de decidir si estamos o no crispados. Lo importante es decantarse por una de las opciones. Curiosamente decantarse por una de las opciones da votos. ¿Qué casualidad, verdad?

Final de mes

Final de mes Desde hace ya unos meses estoy continuamente en final de mes, y no llego, por supuesto. Pero este fin de mes de ahora tiene unas nuevas variables que hacen que afloren con más facilidad las sonrisas. Una de ellas es que me he quedado sin portátil. Definitivamente, se acabó ya eso de estar en la cama hasta las tantas. El pobre se resfrió y ya no ha levantado cabeza. Lo que más me molesta es que tengo un montón de archivos en él que no quiero perder... Algo se me ocurrirá.

Claro que eso ahora mismo tampoco me importa, porque aún hay que sonreir más: no he pagado ni Internet ni el teléfono móvil, así que en cuestión de días recibiré unas cartitas de amenazas, muy educadas, eso sí, y extorsiones y que como no pague me meten en una lista negra... ¡Ya me parezco al último jefe que tuve! Estoy orgulloso.

Menos mal que aún hay esperanzas. Por fin he encontrado trabajo. Claro que he conseguido un trabajo en el que aún no trabajo... Lo que sí es seguro es que ya estoy dentro después de superar unas pruebas de selección -como siempre absurdas- y mostrarme simpático, agradable, genial y maravilloso (vamos, que no difiere mucho de la realidad). Pero hasta dentro de un tiempo no voy a cobrar, snif.

Si queréis colaborar con esta pobreza, abriré una cuenta en paypal o algún sitio de estos de dinero por internet para que enviéis donaciones. Se aceptan cheques y transferencias bancarias.

Mi cama

Mi cama Compañera de fatigas, de deseos, de placeres, de lectura, de dolor... Sabe que siempre, cada noche, me acuesto con ella y pasamos horas y horas juntos mientras nos amamos. En ocasiones parece algo vacía, en ocasiones nos acostamos varios: camisetas, cojines, libros, etc. Todos queriéndonos.

Tengo ganas de seguir pero mi compañera más fiel me quiere con ella. Estaré toda la noche con ella, hablando, cayéndoseme la baba, hasta que mañana con el sol alumbrando nuestros lados débiles nos despierte y nos bese cariñosamente, como mi cama y yo hacemos cuando desaparece. Quizás esta noche, quizás mañana, quizás el otro, pero me conseguirá.

Cafés, respuestas, necesidades ocultas e inoportunidades

Cafés, respuestas, necesidades ocultas e inoportunidades Pan tostado y nocilla, programas manipuladores de televisión, preocupaciones en la cabeza y deseos... Empieza bien la noche. Me aburriré, eso lo tengo seguro. Empieza la noche y aún en casa... he regresado porque esperaba algo que tampoco se ha dado. Ahora estoy con la duda. Sería mejor quedarme en casa, eso lo tengo muy claro; hacer trabajos, y aprovechar algo la noche... pero ahora tengo ganas de salir, de irme a tomarme unas cervezas...

Ays!... No sé si es que me hago mayor o es que estoy desesperanzado; pienso que tengo que hacer las cosas sin pensar en nadie más y me da un bajón cuando deseo y no encuentro... Será que no acabo de creerme mi propio papel. Es como desear la eternidad y no saber qué hacer un domingo por la tarde.

Cansino

Cansino Es realmente fabuloso encontrarse con esa gente que tiene oídos y sin embargo no oye. La hay, no obstante, que sí tiene oídos, y sí oye... pero lo que le falta a ésta es cerebro para procesar la información que les llega. Así sucede con frecuencia en esa gente que no quiere -ni puede- entender opiniones y decisiones ajenas. Y después de unas cuantas explicaciones llega un día en que ya da igual todo. Da igual dar explicaciones. Da igual dar algo. Da igual todo. Y aún buscan explicaciones y justificaciones... Mi perro no me preguntaba por qué no podía seguir a otros perros mientras jugábamos en el parque cuando le gritaba "¡NO!"; simplemente dejaba de perseguirlos y volvíamos al juego de persecuciones entre él y yo. Afortunadamente, el ser humano es superior al perro en inteligencia y en altura.

Y ahora que no tengo perro ya no grito "¡no!"... Me resulta una pérdida de tiempo. Quien tenga oídos que oiga, y quien tenga perro que grite "no".

Escorpio... Signo fijo y negativo.

Escorpio... Signo fijo y negativo. Se relaciona al signo de Escorpión con la muerte y la corrupción, una relación directa con la pérdida de la inocencia. Se ha dicho que Escorpio es un símbolo fálico.
Siendo un signo regido por Plutón (rige los infiernos, lo oculto y el subconsciente) y Marte (fuerza), estamos hablando de intensidad pura. Este signo es de cuidado, tanto para bien como para mal.
Son muy receptivos e intuitivos. Muchas personas evaden su fuerte y penetrante mirada pues temen que se adentren en su interior. Personas muy determinadas, ejecutoras y de ideas fijas.
Cuando usted le pregunta su signo a un Escorpión, este le contestará esbozando una sútil y algo sádica sonrisa. Éste es el signo de la transformación, de la vida a la muerte, del proceso de resurrección.
Es importante para comprender a los Escorpiones, conocer la intensidad con que sienten y actúan. Aman con mucha pasión e intensidad. Les atraen los temas ocultos o metafísicos, la idea de la muerte generalmente no les causa temor, inclusive puede decirse que la disfrutan. El sexo es una oportunidad de expresar la intensidad con que sienten y de transformarse a sí mismos mediante el acto físico.
Muchos consideran que este signo tiene más defectos que virtudes.
Son agradecidos y no olvidan un favor, aunque no lo demuestren o le hagan grandes fiestas, sabrán esperar el momento para devolver el favor. Gracias a su intuición puede llegar a las verdaderas intenciones de las personas. Les molesta mucho la injusticia y suelen luchar contra ella, sobre todo en favor de los desvalidos.
Suelen ser algo sádicos y sárcasticos en sus comentarios, pero generalmente no los dicen en forma gratuita.
Este signo esta relacionado con los órganos sexuales y el ano.
Buscan descubrir las emociones de los demás y cómo le responden al mundo. Escorpión es el signo del Sexo y de la Muerte, el inicio y el fin de todas cosas; ellos exploran estas ideas desde un punto de vista emocionante. Los que han nacido bajo de este signo son investigadores, frecuentemente muy penetrantes. Como el octavo signo, Escorpión rige la Octava Casa: La Casa del Sexo.
Son capaces de ser autodestructivos, como el escorpión, quien se quita la vida antes que otro lo haga. Son muy determinados, y cuando toman decisiones no son capaces de cambiar su mente. Suelen ser tercos y rehusan a dejar un proyecto cuando los demás ya lo han hecho, alcanzando lo que otros han pensado imposible. De esta manera pertenecen a los signos de poder. Son complicados y a veces demasiado callados para ser entendidos fácilmente.
Bajo de la influencia de Marte, los Escorpión son los estrategas. El gobernante moderno de Escorpión representa la Muerte y los Términos; por eso es el signo del Renacimiento y la Regeneración. Cuando el Escorpión pierde su cola, regenera un nuevo aguijón, y los que han nacido bajo del signo de Escorpión pueden haber renacido de la misma manera.
Los signos de Agua suelen responder al mundo a través de la emoción en vez de la acción física, práctica, o intelectual. Podrán reprimir sus emociones, pero son muy perceptivos. Los nacidos bajo del signo de Escorpión son motivados y leales, pero frecuentemente son malentendidos y algunas personas los verán autoritarios y sarcásticos.
Son místicos y científicos, una combinación que los ayuda ser muy concientes de sus alrededores; Escorpión es un signo de Gran Profundidad. Si no son cuidadosos, su pasión los hace susceptibles a un consentimiento excesivo o compulsivo.
Los colores de Escorpión son poderosos, rojo y negro.

Dolores

Dolores Siempre es lo mismo. Será porque el ladrón piensa que todos son de su condición. La confianza. El desespero. La soledad. El alcohol. La apatía. Alegrías. Un paso hacia adelante, uno hacia atrás. Siempre el mismo paso. Siempre el mismo culpable. Siempre yo. Gilipollas. Huir de mí. Mataperros. Estrellas. Ilusiones y fracasos. Esperanzas. Delirios. Fracasos. Vino blanco. Deseos. Disculpas. Sentir. Cafés. No se volverá a repetir. Muro. Ojos. Planetas. Oscuro. Negro. Soledad.

Soy un mataperros

Reconozco mi oficio oculto y no me escondo en absoluto: soy un mataperros. Me dedico al noble arte de matar perros de la misma manera que mi padre se dedicó, y como el padre de mi padre y el padre del padre de mi padre se dedicaron. Oficio familiar. Claro que las cosas parece que ya no están como en los años 50 y ahora te ponen muchas trabas al ejercer este digno oficio. Y, para ser sincero, no mato muchos perros... Digamos que sólo he matado a uno, y fue hace tiempo. ¡Pero soy ese mataperros del que tanto me enorgullezco! Nací siendo mataperros, vivo siendo mataperros y moriré siendo mataperros.

Tampoco la presión que recibo de mi entorno es el más agradable, pero alguien tiene que hacerlo. Y para el respetable siempre seré el mataperros. Es lo que soy y así continuaré por mis años.

¿Me tenés inadmitido, jueputa?

Fantástico post escrito por Hernán Casciari en Orsai:

Me he peleado para siempre con gente muy querida a causa de mi costumbre de inadmitir a todo el mundo en el messenger. Los ofendidos piensan que soy un ser típicamente antisocial, un ermitaño moderno; yo creo que nadie en su sano juicio debería dejar abierta la ventana de su intimidad.

—¿Te pensás que no me doy cuenta que me tenés inadmitido, eh?

Ésa es la pregunta retórica que (desde el auricular del teléfono o desde el zaguán de casa) más he oído durante los últimos años. Por lo general, fueron las últimas palabras de muchas personas con las que compartía una amistad o un lazo sanguíneo. Dicen eso y trascartón se ofenden para siempre. Pero igual no cejo en mi solitaria lucha. El messenger no ha nacido para que te molesten, sino para conversar cuando uno quiere, no cuando quieren los demás.

El viernes discutíamos acaloradamente en casa este tema espinoso con la investigadora Beatriz Marín (que estudia las relaciones interpersonales dentro de las nuevas tecnologías, y además dirige Actilingua; es decir, una señora que ha estudiado) y ella, con gran aplomo y experiencia docente, catalogó mi actitud:

—Tú lo que eres es un maleducado de mierda.

Lo han intentado mil veces, pero nadie ha logrado convencerme de nada. La gente me dice que, de prosperar mi método, media Humanidad tendría inadmitida a la otra media Humanidad (y viceversa) logrando de este modo la ilusoria sensación de que el "Planeta Tierra ha abandonado la sesión". Lo acepto. Y la verdad, me importa un carajo. ¿O no vivimos así como mil años sin que pasara gran cosa?

Cristina, mi mujer, muchas veces me mira con trompa y me dice:

—¿Por qué me tienes inadmitida cuando estás en el trabajo? —yo le explico que no la tengo inadmitida a ella en particular, sino a todos. Que no es individual mi odio, que es contra el mundo entero.

—Yo no soy todo el mundo, gilipollas —me dice.

Y cuando tu esposa te dice "yo no soy todo el mundo", lo más seguro es que a continuación te toque hacer la comida y almorzar solo. Y después irte a publicar "Los Bertotti" al cibercafé de enfrente.

Y justamente allí, en los cibercafés, observo con irreprimible asquete a los adolescentes actuales con sesenta contactos admitidos y conectados, escribiendo como locos monosílabos de compromiso, respondiendo con síes y con noes, o lo que es peor, con jajajas. ¿No es hora de avisarle al pueblo, de gritar a los cuatro vientos, de confesar al unísono y de una vez por todas que nadie se está riendo mientras escribe jajaja? ¡Basta de farsas, por el amor de Dios! El messenger es el germen de la hipocresía y de la vigilancia interpersonal, igual que los teléfonos móviles.

Ahora leo en el diario —horrorizado— que a fin de año se lanzará al mercado un sistema que te indica dónde está exactamente la otra persona cuando la llamás al telefonito. ¿Qué es este botoneo infame? Graham Bell se debe estar revolcando en su tumba... A veces pareciera que las mujeres celosas han conseguido trabajo en Nokia y buscan venganza. Deberíamos replantearnos esta moda de que todos sepan si estás, a dónde estás y en qué estás.

El hombre que inventó el "Teléfono Que Te Avisa Quién Llama" es un genio. Eso está claro. Porque gracias a él yo descubrí hace poco que, por hache o por bé, todo el mundo me molesta. Desde que tengo ese aparato en casa no atiendo más a nadie y soy feliz. O lo era.

Porque resulta que después vino otro inventor, un flor de hijo de puta, que creó un aparato que sirve para ocultar la identidad del que te busca. Y ahora mi teléfono, en vez de avisarme con un letrero que el que llama es "El pesado de Juancarlos", ahora pone un misterioso cartelito: "Llamada Privada", porque el pesado de Juan Carlos, que sabe que es un pesado, se compró un coso de esos para ocultarse... ¡Hay que subestimarse mucho para activar ese artilugio, mucha conciencia de ser un pesado hay que tener...!

Con el messenger (ya van a ver) va a pasar algo parecido en cualquier momento —si no es que ya ha pasado—: van a inventar un software para saber quién te tiene inadmitido. Y después van a inventar otro software para bloquear a los que tienen ese primer software, y así hasta la eternidad.

Yo creo que, dentro de no mucho, la vida se va a convertir en un contraespionaje casero, en una guerra psicológica en la que habrá que pelear desde casa y en piyama, contra bravísimos enemigos que serán todos tus parientes, tus conocidos y tus compañeros de trabajo.

¡Por fin una guerra como la gente, en la que no hay que hacer la colimba ni ponerse un casco y borceguíes! ¡Por fin una guerra a la medida de mis posibilidades!

Espero con ansias esa contienda... Sé que voy a triunfar.

El hastío

El hastío El aburrimiento acecha en cada rincón de la casa, en cada puerta que se abre y se cierra, en cada ordenador conectado a Internet, en cada música que se escucha. Pero es muy listo; siempre espera a los mejores momentos... y te ataca. El aburrimiento es la suprema expresión de la indiferencia. Al principio lo hace disfrazado de apatía, para que uno se confíe. Pero no tarda en mostrar sus afiladas úñas y se transforma en una imagen, demasiado real. Empezamos entonces a hacer todo aquello que hace tiempo que no hacíamos. Se trata de cosas banales, sin demasiada importancia, pero que mantienen al aburrimiento bajo una falsa cortina de utilidad y aprovechamiento del tiempo. Poner orden en la música, en los papelajos, libros y libretas esparcidas por toda la casa; limpiar no entra ya que esto si es efectivamente algo útil; empezar a leer aquellos libros tirados por los suelos de las camas por enésima vez, hasta que se encuentre algo más inútil que hacer; escribir tontadas y tonterías en las páginas web...

Poderoso caballero es don hastío. A ver si a estas horas me deja un ratito y puedo dormir plácidamente, porque aburrirse en el momento adecuado es signo de inteligencia.

Etilismo sevillano

Va pasando el tiempo y me voy dando cada vez más cuenta de lo que no quiero. Eso me aturde. La confusión entre libertad y pasotismo se va haciendo patente a medida que pasan las horas. Entre quedarme e irme ya hace tiempo que eligieron por mí -o elegí por mí- pero no lo he podido comprender hasta hoy. No es que quiera o no quiera estar, es que quiero ser. Y eso, en ocasiones, es incomprensible. Estoy fumando Winston porque en el maldito local no había Ducados... había alcohol. Tampoco había trenes. Ahora no sé si irme de donde quiero irme o quedarme de donde quiero irme. Y lo más jodido, lo que me parece más obvio y más comprensible -la comprensión es una navaja de doble filo-, es que soy igual. Entiendo el porqué me enfado. Entiendo muy bien el porqué. A veces no es necesario utilizar un espejo para verse reflejado en algo o alguien y ese hecho siempre molesta. No nos gusta que nos muestren claramente lo que somos. No nos gusta ver nuestras actitudes. No me gusta. Pero soy y actúo de la misma manera que el reflejo, sin necesidad de espejo.

Se me ha perdido un día

Se me ha perdido un día Desde mi tierna infancia sé del cierto que a un lunes le sucede un martes, a un martes un miércoles, y así hasta llegar al domingo, que le sucede un lunes. Pero en estos tres días que llevamos de semana se me ha perdido un día. No sé si habrá sido el lunes o el martes; pero lo que es cierto es que no ha aparecido.

Y es que hoy estaba convencido de que era martes. Pese a mi insistencia, Iván ha sido el primero que me ha dicho que era miércoles, que acaba de leer el periódico (y dudo mucho que saquen diarios con fecha del día siguiente). No obstante, había que contrastar (nótese la influencia de los programas del corazón en este verbo) la noticia. Efectivamente, me han confirmado los del bar que hoy era miércoles... ¿Dónde estará entonces el día que me falta? ¿Dónde me metí?

Y es que en agosto los días pasan y pasan. Como ir a ver en directo una etapa de la Vuelta, en la que el paso de los ciclistas apenas dura 20 segundos, las vacaciones apenas duran unos días. Si en la carrera no logro distinguir algún ciclista, en verano sucede lo mismo: no logro distinguir algún día, aunque ha tenido que suceder por narices (o eso o es que el mundo se ha puesto de acuerdo para eliminar un día y a mí no me han dicho nada). Pero otra cosa maja tienen los días de vacaciones: no solamente pasan, sino que se acaban. Siempre se acaban.

Tiemblo ya por el Síndrome post-vacacional. Conociéndome estoy seguro que voy a sufrir mucho. Para empezar a prevenir, he dejado de tomar cervezas como quien se come las uñas. Sé que el alcohol es un peligro para mí, y sé que empezaba a caminar por la cuerda floja en estos momentos. Y si a eso unimos el hecho de que el desgraciado del bar ayer me cobró 7 euros por dos cervezas de lata... Creo que está todo dicho.

Es curioso ver cómo se van repitiendo las cosas cada x tiempo. Lo que cambia, lo que siempre cambia ahora -afortunadamente- es que, a diferencia de la primera vez, sé lo que hay al otro lado. Así que la solución no aparece tan oculta.

Y hablando de temas más mundanos... ¡Cagon el cofón! ¡Hoy me ha llamado Iván para invitarme a comer! Lo único malo es que estaba con Unheilig, In Extremo, Zebrahead y demás, y no me he enterado de la llamada. Snif. Al llamarle yo... se me acabó el duro. No obstante, me ha asegurado que la oferta es acumulable. La mala noticia es que ya no voy a hacer de violador en su obra de teatro. No sé los motivos, pero el escritor se ha retirado e Iván no le piensa "robar" su obra. Curioso ha sido la causa de la retirada de este escritor -un viejo compañero anarquista: Está convencido de que Iván y yo nos enfadaríamos. Sorpresa por parte de ambos. Así que me ha llamado para decirme que harán otra obra. A saber qué personaje me tocará ahora. ¡Ya tiemblo! El primer personaje que me ofreció era un militar chulo y vomitivo que quería ligarse a una tía. El segundo era un violador. El tercero... conociéndole seguro que no decae su ánimo de pensar un papel adecuado a mi interpretación.

Para acabar el día, Micky me ha dejado de nuevo colgado. Afortunadamente eso ya no es noticia. La verdad es que no me fío de él; sigo pensando igual. Le conozco de hace mucho tiempo y casi siempre me ha dejado colgado cuando le pedía dibujos (sobre todo para el fanzine que hacíamos: Hastío -ahora se puede ir entendiendo más el nombre de estas páginas). Así que continuaré pensando como hacía en el último post. Hoy he desarrollado 4 páginas más. A este ritmo acabaría la columna vertebral en 15 días. Lástima que no siempre pueda uno trabajar igual.

Si que me voy alargando... Para acabar el post, sigo deseando, sintiendo, llorando, queriendo, viviendo y muriendo. Amén.

Caos

Caos "Una mariposa parece no ser nada comparándola con las enormes fuerzas físicas que actúan en la atmósfera. Sin embargo no resulta difícil pensar que tal vez, el batir de las alas de una mariposa produzca un tornado en el otro lado de la tierra (después de múltiples retroalimentaciónes y/o bifurcaciones del sistema).

Hay que tener en cuenta que nuestra "mariposa" no es un elemento aislado del sistema caótico sino que forma parte de éste y por tanto todo lo que ella haga le va a influir a todo lo demás."