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Hastio

De transiciones

Motivados por cambios externos o internos, en ocasiones, nos encontramos en épocas de transiciones. Ya sea por consolidar algo que tenemos, o por desear volver a lo que tuvimos o por pensar, simplemente, qué decisión vamos a tomar mañana, se nos aparecen momentos transitorios que llevan, inexorablemente, a un mañana y a un destino.

Pero como estas letras se ocupan más de mí que no del resto del mundo, hablaremos de mí, que para eso me gasto un tiempo en escribirme. Mañana tengo que dar una respuesta. Se trata de una respuesta muy simple: Sí o No. O sigo con lo mismo, o me meto de un ascenso en otro lugar y con otra gente. Datos positivos: dinero; datos negativos: yo y mis circunstancias.

Me ofrecieron esta mañana una subida de categoria, temporal, para cubrir una baja en un sitio diferente en el que estoy. Voy a decir que no; solamente me ofrecen más dinero, nada más.

Qué imbécil debo estar hecho para decir que no a una subida salarial. Pero eso ya lo sé desde hace tiempo. Y no es que no me importe el dinero pero, como decía mi compañero Groucho, "el dinero no es importante, pero mucho dinero...".

Por cincuenta céntimos igual vendía a mi madre, pero tendría que ser por un motivo en el cual creyera y estuviera totalmente convencido. Vender a una madre simplemente por venderla... es feo. Por esa misma regla de tres diré que no, porque no creo en ello.

La otra transición en estos momentos, a nivel más interior, es la de aceptar, por enésima vez, lo que tengo. Últimamente tengo sueños -como en toda mi vida- no repetitivos pero sí con una serie de personas y contextos. No es nada concreto, pero sí son unas señales homólogas, precisas y concretas. O al menos así lo interpreto yo. (Así me lo aprendí yo). El deseo vuelve a mí. Llevo unos días pensando en que a lo mejor me equivoqué de variables independientes.

A lo mejor me equivoqué al causalizar la inestabilidad con el deseo.  A lo mejor el error radicó en la elección de las variables, de todas las variabes, tanto las independientes como las dependientes. A lo mejor se me escaparon multitud de variables que en ningún momento tuve en cuenta, hasta ahora, en las que retorno, con cautela. Puede ser, incluso, que el método científico es un error de base que hace equivocarnos continuamente. Todo puede ser y todo es. Lo único que sé es que tengo ganas de volver, aunque sea par descubrir dónde está mi error. Bueno, realmente no es sólo para descubrir el error. Realmente es... porque lo deseo y me gusta.

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