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Mis teorías conspiratorias (Parte 1)

Mis teorías conspiratorias (Parte 1)

Presento algunas de mis ilusiones conspiratorias que, si bien no me hacen sufrir de esquizofrenia, permiten que cuestionen mi realidad.

Y la primera no podría ser otra que la de cuestionar las verdades que se aceptan generalmente. Y en esta ley entran desde las observaciones que podrían ser más simples de ver y que todos podemos llegar a sospechar, hasta la manera en que nos han enseñado a mirar el mundo. Existe una manera de ver el mundo, que podríamos llamar "observación", ese rollo del empirismo o positivismo. Lo que vemos no tiene porqué ser lo mismo que lo que existe. Percibir algo no indica, según esta teoría, que ese algo exista. Por poner un ejemplo, sabemos qué es la música clásica y la diferenciamos del resto de estilos, pero en el mundo puramente musical no existe esta división. Otro ejemplo que puede parecer más radical: no niego las diferencias sexuales entre los machos y las hembras, pero no estoy de acuerdo en su criterio de clasificación; distinguimos a hombres y mujeres y les aplicamos unas categorías diferentes (curiosamente no clasificamos de igual manera a los animales) según ¿qué categorías de clasificación? Clasificar a hombres y mujeres para mí es lo mismo que clasificar a las personas según la forma de sus orejas. Sin embargo, se habla de que las mujeres, por poner un ejemplo, son más sensibles que los hombres; no se habla de que las personas con el lóbulo de la oreja separado de la cara son más emotivas.

Y nos vamos a la segunda: No hay nada absoluto. Existe una especificidad histórica y cultural del conocimiento. Me explico: Los poderes existentes en cada momento (poderes económicos y sociales) nos enseñan una concepción concreta del mundo. A veces podemos pensar, por ejemplo, que la concepción actual del mundo -el capitalista- ha existido desde siempre, pero eso no es así; pensar que el mundo es así porque es así (me recuerda al "¡sí, porque sí!" de mi madre). Otro ejemplo más cercano y que está de moda: la concepción de la nación de España. Pensamos que España siempre ha sido una, grande y libre pero, históricamente, España como tal no nace hasta 1812. Pero con esta segunda teoría conspiratoria no me refiero sólo a temas históricos, aunque estos sean los más fáciles de ejemplificar, me refiero a todo lo que creemos, al aprehendizaje del mundo que hemos recibido.

Tercera: Las interacciones sociales generan el conocimiento (ésta es chula, ¿verdad?). La verdad no viene de la observación objetiva del mundo (ver primera teoría conspiratoria), sino de las interacciones sociales en las que participamos contínuamente. En este punto meto el lenguaje, como la primera base de las relaciones sociales. Los individuos de una sociedad compartimos unos conocimientos. Pero no es que este conocimiento exista en sí mismo, sino que a través de "pactos" o de construcciones sociales, hacemos que exista. Es una construcción subjetiva global (¡toma ya!).

Cuarta: Cada construcción social genera una concreta acción social y excluye otras. Aquí meto el ejemplo que siempre me gusta, el del síndrome post-vacacional. Hace unos 5-7 años sabemos que después de unas vacaciones jode que te cagas el volver a trabajar, pero ajo y agua. Ahora esto es considerado enfermedad y hay tratamiento médico/psicológico. Incluso te pueden dar la baja por ello. Las diferentes construcciones del mundo (¿se entiende mejor si lo llamo "descripciones del mundo"?) sustentan ciertos modelos de acción social. Conocimiento y acción social son inseparables.

Y vale por hoy. Mirad detrás de vuestro cuello por si hay ojos que os vigilan.

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