Anfitriones imperfectos
Yo creo en la libertad. Pero considero que aún no sabemos cuáles son sus límites. Dice Javier Corcobado que "La libertad es la cárcel más grande de todas las cárceles". Tal vez sea eso. Lo que me aplico, de forma muy simplista, es que si A elige su libertad para hacer X, B puede elegir su libertad para hacer Z. Me resulta sorprendente definir la libertad como una fórmula matemática, pero vuelvo a reiterar esta simplicidad absurda.
Resúltase que si alguna persona toma una decisión libre e independiente lo hace por sí misma -espero- y no por influencias fuera de ella. Por la misma regla de tres, si esa primera decisión afecta a una segunda persona, ésta puede, sin embargo, tomar otra decisión, que puede no tener nada que ver con la opción de la primera persona. Y con esto pretendo decir que no tenemos porqué "tragarnos" la libertad ajena. Y es que pensamos que la libertad es algo universal, que sucede -o tendría que suceder- en todas las culturas y en cada grupo. Incluso pretendemos imponerla por la fuerza, con las armas... Y es que la libertad también tiene la opción de no quererla.
La liberad, como todo, no es universal. No existe en esencia -no existía antes de la aparición del ser humano. No es absoluta.
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