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Superaciones

Superaciones Decididamente, adjetivos que han permanecido presentes en mi consciencia han desaparecido casi por completo. Me refiero a "inútil", "patoso" y afines. Es cierto que no acabo de saber qué es una zapata de un grifo, ni sabía -hasta hoy- como se lavaba de forma correcta una manta, pero cuando el hambre aprieta...

Resulta que me he puesto a fregar platos, vasos y toda esa colección de enseres relacionados directamente con el mundo culinario, del que sin timidez alguna afirmo que soy un negado, y me he dado cuenta de que el fregadero estaba embozado. Como gran crío que se chupaba -obligado- de pequeño todas las pelis que ahora aparecen en Cine de Barrio, mi primera intención ha sido la de ir a coger el clásico desatascador, tan útil y revolucionario, para darle unos meneos al desagüe. El problema radica que esta casa está mal hecha, y sólo encuentras cosas cuando no las buscas.

Así pues, cargado de la bravura del guerrero y de la osadía del inconsciente, me he dedicado a desmontar tuberías... El resultado ha sido totalmente positivo: No he dejado ni la mitad de la casa llena de pisadas!!! No sé cuántos años hacía que no se limpiaban, pero acercar la nariz a uno de esos tubos era comparable a otro de mis grandes hitos del mundo mundial: meter el dedito en el mechero de coche... Jo, qué peste! Ya decía yo que a veces olía mal toda esa zona... En el caso de que algún lector/a esté en estos momentos acongojadit@, decir que no me han sobrado piezas al montarlo de nuevo... Bueno, al principio sí que me sobraba una pieza, la verdad; lo que pasa es que, como tengo esta increible capacidad de raciocinio, la he encajado por donde veía yo que las cosas no estaban muy bien (vale!! Coño!! Que de allí era de donde salía el agua!!). Así que final y afortunadamente, todo bien. Hasta me ha gustado tanto la experiencia que creo que mañana proseguré con mis tareas de desinfección de la casa.

Lo de lavar la manta... pues probablemente se me haya quedado pequeña... Así que hasta que al menos no lo compruebe, no seguiré con el tema, que no quiero deprimirme antes de tiempo. Como intuís, sí, he lavado una de las tres mantas que duermen conmigo. En fin, mañana a lo mejor continúo con mi ardor guerrero de las últimas horas; de momento, estoy que me caigo, así que buenas noches, murciélag@s de la noche.

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