Sillones

Pero es así. Anudarse y desanudarse. Vestirse y desnudarse. Reír y llorar. Mi estabilidad radica en el cambio más o menos constante. Hay otras cosas más o menos constantes. Y deseo que sigan así. En cambio hay otras... Decisiones. La elección prepara la estabilidad y la estabilidad prepara la elección y, de mientras, las cabezas bailan al son de un ska. Y bailar en ocasiones está bien; en ocasiones no está tan bien; en ocasiones, finalmente, produce mareos. También hubiera estado bien quedarse sentado en el sillón, sin bailar. ¡Que bailen otros!
¿Y qué narices querré decir con este post? ¿Está complicado, eh? Simplemente que tengo deseos, y que quiero verlos realizados. Y que los sillones sean para los reyes y los marqueses.
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