Reapatías
Dos cosas malas tiene el mes de noviembre: por un lado, me viene el bajón de otoño o el del cumple; por el otro, en el mes siguiente se celebra la navidánavidáfelínavidá. Sin contar con el día de los muertos, que siempre alegra (feliz cumpleaños, Vero!) y el día de San Andrés (feliz cumpleaños, Esther!). Pero no debemos cantar victoria, la parafernalia para comprar la navidad ya ha empezado. Las calles están iluminadas con lucecitas de colores, en ocasiones ponen villancicos o canciones más horteras aún, ¡ya se ven sonrisas en las caras de la gente, qué horror!
Y todo eso para que nos suban el precio hasta de los calcetines... Por si no queda bien claro, adoro la navidad. No sé muy bien qué acabaré haciendo este año... Probablemente intentar sobrevivir a las uvas y a las falsas promesas. Y prometo que el año que viene me cuidaré más.
¿Os habéis dado cuenta de que las personas existen antes de cruzarse por nuestras vidas?
Y todo eso para que nos suban el precio hasta de los calcetines... Por si no queda bien claro, adoro la navidad. No sé muy bien qué acabaré haciendo este año... Probablemente intentar sobrevivir a las uvas y a las falsas promesas. Y prometo que el año que viene me cuidaré más.
¿Os habéis dado cuenta de que las personas existen antes de cruzarse por nuestras vidas?
0 comentarios