Enfermedad
"La sangre de su cuarta victima caía, muy espesa, desde su mano hasta la cara del ya difunto señor Parra. Con los ojos aún abiertos y brillantes observaba a su verdugo, que permanecía erguido y con los brazos estirados en posición de rezo. Una larga sonrisa podía vérsele en el rostro, de trabajo bien hecho. Asestadas 9 puñaladas, que fueron contadas una a una por la víctima, fue imposible realizar una décima. Los brazos le dolían del esfuerzo y el señor Parra no iba a morir dos veces. Observando la sangrienta escena se excitó. Con las manos rojizas y sanguinolientas se bajó los pantalones, ya tenía dura la polla de admirar la escena, y comenzó a masturbarse salvajemente, sádicamente. La violencia que usaba para consigo mismo hacía mezclar sangre con sangre, muerte con dolor y lágrimas. No cesó hasta eyacular encima del difunto señor Parra, hasta que un aliento de vida brotó en la tétrica escena de muerte".
De un autor catalán poco conocido... no me extraña!
De un autor catalán poco conocido... no me extraña!
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