Seis años

Después de seis años tampoco quiero hacer muchas valoraciones. Estoy aquí, pero no tendría que seguir estándolo. Hace años que debía haber huído. Hace casi tres años debía haber dormido en otra ciudad. Hace años empezaron unas promesas pero, desde Esther, todas han sido, hasta la fecha, no cumplidas. Pero sigo haciéndome promesas y espero que algún día consiga mi objetivo. Y ese objetivo no son las promesas en sí... No soy tan fácil ni de entender ni de tratar. Mi objetivo radica en atreverme a empezar a realizarlas.
Seis años después los sofás y las puertas encuentran a faltar los mordiscos de Reni. En ocasiones también le echo de menos. De todas formas fue mi excusa y compañero durante algún tiempo. En ocasiones también echo de menos eso.
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