El inicio
Esta mañana escribía un e-mail en el que, entre otras muchísimas cosas, explicaba que parecía que la venida profética de mi padre era inminente. Efectivamente, sólo han pasado unas ocho horas y mi padre se ha presentado en mi casa. La mujer con la que vivía está definitivamente en una residencia, esquizofrénica. Él ha decidido regresar a lo que hace cinco o seis años fue su casa. Por fin ha llegado el momento de irme yo.
Aún no me he decidido qué carta tirar. Tengo varias opciones valorables en mi cabeza. Por alguna optaré.
Lo que sí sé es que no estoy muy contento. Y que las cosas ahora sí que no tienen marcha atrás. Y que en breve desapareceré de esta casa. Y que ya no es posible hacer muchas cosas en ella. Y que... no sé que haré mañana.
Aún no me he decidido qué carta tirar. Tengo varias opciones valorables en mi cabeza. Por alguna optaré.
Lo que sí sé es que no estoy muy contento. Y que las cosas ahora sí que no tienen marcha atrás. Y que en breve desapareceré de esta casa. Y que ya no es posible hacer muchas cosas en ella. Y que... no sé que haré mañana.
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