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Hastio

Merovingio y su error

Toda borrachera tiene su resaca, más o menos salvaje. Son momentos de reflexión, de promesas que caen muchas veces en saco roto; es tiempo de revisión, de aprobación o de condena. De la misma manera que hay libertad para decir cualquier cosa, también la hay para tomarse lo dicho de una manera o de otra.

Y es que a veces sólo tenemos en cuenta lo que se dice y nos olvidamos completamente de los efectos que pueden o no producir esas frases aparentemente inocentes. No soy muy causalista; no afirmo que a una frase le corresponde un efecto determinado -Merovingio, el francés, por supuesto, no se llevaría bien conmigo. No podemos olvidar que no sólo ha de tenerse en cuenta el emisor; si es emisor significa que también existe un receptor. Hay que darle su importancia también.

Las razones de ser y existir, como dice mi jefe, no son lineales; así como la historia no son reyes a los que hay que enumerar (fantástica letra de Daniel Higiénico... claro que este Daniel Higiénico tiene también otro verso igual de genial: "Una mierda es una mierda, aquí y en Madagascar"... ¡Fantástica!).

Pero veo que el café me espera, la ducha en casa la mama también (aún sigo sin agua caliente), y las ganas de pasarlo bien residen bien frescas aún en la nevera. Salud!

P.D.: No he hecho ninguna mención a la conmemoración de la II República, el 14 de abril, así que escribiendo esta línea ya está hecho.
"Si supieran los curas y monjas la paliza que les vamos a dar, saldrían corriendo y gritando: "Libertad, libertad, libertad"

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